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jueves, 29 de septiembre de 2011

Por qué soy cristiano, PQSC 2, Actividad 4, Grupo 3

“Los robots no tienen a Dios en su corazón”,Aldunate Philips. 
El resumen del capítulo 7 deber ser de al menos 5 párrafos y lo publicarán como comentario.

9 comentarios:

  1. El resumen de este capitulo7 en el que los robots no tienen corazón puedo resumir en varios ámbitos empezando que esto se lo a discutido en la ciudad belga de Namur tiene su sede el Instituto Internacional de Cibernética, del que forman parte los investigadores y científicos más destacados en las disciplinas que se relacionan con esta especialidad. Se puede decir que en este Instituto, presidido por el ingeniero, profesor y doctor en matemáticas de la Universidad de París, Sr. Georges Boulanger,

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  2. Él describe en sus andanzas que había tenido también la oportunidad de conversar con Norman Hilberry, destacado hombre de ciencia y director del Laboratorio de Argonne, el centro de estudio de energía atómica más importante de los Estados Unidos; y con él había podido también cotejar algunas de mis opiniones.
    Entre ellos analizaron varios asuntos que se trataban de la Cibernética en el cual fueron a un asunto que después de analizar la exposición de principios del Presidente del Instituto de Cibernética que fue realizada frente a un numeroso grupo de hombres de ciencia, filósofos, investigadores y profesores de prestigio y solvencia universal, sin que, aparentemente al menos, ninguno de ellos objetara los planteamientos, ellos creyeron que eran indudable que cabe hacerse preguntas tan extraordinarias como las siguientes:

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  3. -¿Existen ya o llegarán a producirse máquinas inteligentes?
    -¿Podrán los engendros mecánicos adquirir vida propia?
    -¿Adquirirán las máquinas la capacidad de mejorarse a sí mismas y, después de ganar la necesaria experiencia, modificar sin la intervención del hombre, las técnicas de producción y sus propias estructuras con el fin de fabricar más y mejor?
    -¿Es un sueño o tiene alguna base real el que pueda pensarse en crear belleza, música, poesía, a través de mecanismos cibernéticos?
    -¿Está el hombre jugando con su destino al crear condiciones y aparatos que, según algunos temen, podrían arrancarse de sus manos, seguirse desarrollando por sí mismos, y eventualmente, enfrentarse a su creador?
    Y ya en tono más festivo alguien podría, para llevar el problema a sus límites, preguntar también
    -¿Podrá un androide enamorarse y disputar a su creador, un hombre de carne y hueso, el favor de una mujer?
    Pero para todas estas preguntas y otras del mismo juez, este científico tuvo sus propias y personales respuestas. Que algunas les dio a conocer; las otras, en las que Él también gozo poniendo algo de sus locuras, las guardo para discutirlas, tal vez, con un grupo de amigos íntimos en una charla junto al fuego en una tarde lluviosa de invierno, cuando juguemos a crear nuestra propia ciencia-ficción.
    En este capítulo se tocaron varios puntos como uno de ellos son. ¿Hasta Dónde Irán las Máquinas?

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  5. Este científico dio a entender, que ninguna creación mecánica producida por nuestra propia especie podrá resolver nunca nada que quede más allá de las capacidades cualitativas de ella; ninguna creación de la ciencia o de la técnica humana podrá realizar nada que no haya sido previsto o imaginado por el hombre. Dijo también que la capacidad de una máquina o robot para actuar en contra o más allá de lo dispuesto por su diseñador, no tiene, de acuerdo con lo señalado, otra probabilidad que aquella que provenga de una equivocación de cálculo o de construcción; pero en ningún caso podrá originarse en una autodeterminación del ingenio en cuestión.
    Dado todo esto en todos sus ámbitos, hay quienes piensan de otro modo y hablan de máquinas que se mejorarán a sí mismas y que, sin la intervención del hombre, fabricarán mejores productos. Y van aún más lejos al pretender que "toda la conducta de la materia viva es accesible a la máquina" y que "la cibernética llevará a la sustitución del hombre por la máquina en el dominio del espíritu".
    Él aclaro que las frases que he reproducido entre comillas. Además, tratando de definir la cibernética, le pertenece y lo dijo su contrincante Mr. Boulanger: "La Cibernética es la ciencia que construye estas máquinas extraordinarias capaces de calcular a la velocidad del rayo; estas máquinas dotadas de reflejos condicionados y del poder de aprender; estas máquinas, en resumen, que se esfuerzan por imitar la vida".
    Y agrega: "Esta definición puede sorprender. Las máquinas, en efecto, ¿son algo más que autómatas? ¿Son más que entes cuyo comportamiento es esencialmente pasivo en contraste, precisamente, con los actos voluntarios que pueden realizar los seres vivos? Y la vida, ¿no es ella, por su propia esencia, inaccesible a la mecanización?"
    También en este capítulo trato del Robot y la Fiera.


    Él dio a entender, según los actuales avances de la técnica mecánica, electrónica o cibernética, las máquinas automáticas, de retroacción u otro tipo que el hombre ha construido pueden, efectivamente, actuar tras una "meta" y variar su conducta según las circunstancias, pero siempre que estas posibilidades hayan sido previstas por quien proyectó y construyó el dispositivo considerado. Efectivamente, si se construye una tal fiera cazadora como la imaginada por mí (símil del proyectil auto dirigido), el constructor de la máquina tendrá que ponerse frente a las posibles contingencias que puede enfrentar su artilugio, y proveerlo de todos los automatismos, dispositivos de retroacción, memoria, etc., que crea del caso; pero es evidente que el robot sólo reaccionará ante los albures previamente considerados y no ante otros.
    Respondió a varios comentarios y pensó entonces en hacer la experiencia tratando de definir lo que es la vida y enfrentar a las máquinas con esta definición.
    Mi resolución me llevó al grave problema de analizar ideas intrincadas y difíciles de pensar y definir. Se trataba del alcance del ancho y dilatado concepto, prácticamente inasible, que encierra la palabra VIDA. Seres vivos, máquinas vivas; y junto a estas ideas aparecen otras que se les asimilan o se les acercan sin necesidad de proponérnoslo y que encerramos en las palabras alma, conciencia, propósito, espíritu y aun muerte... Todas ellas de uso complejo y, además, inadecuadas para expresar un pensamiento científico.
    ATT: Quiroz M

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  6. "LOS ROBOTS NO TIENEN A DIOS EN SU CORAZÓN"
    El hombre crea la máquina tras un fin utilitario, para ganar dinero, evitarse el trabajo o perfeccionismo. Y para tener más elementos que le ayuden a vivir mejor. Es decir el hombre perfecciona las máquinas y así obtiene ventajas que él la aprovecha.

    En el mundo en que vivimos las máquinas nos ayudan a realizar fácilmente cualquier actividad laboral, científica e informativa. En este caso diríamos que son una fuente de ayuda. Porque las personas ya estamos acostumbradas a tanta facilidad.

    El simple hecho de que las máquinas sean una ayuda para el ser humano, no quiere decir que nos lleve a mal utilizarlas en contra de nosotros mismos. Y aunque el ser humano tenga el control sobre las máquinas y las conozca en su totalidad siguen siendo desconocidas. Porque salvo que pensemos en un mundo de lo "absurdo", en que ellas lleguen a auto transportarse en vehículos, a alimentarse. a usar ropa, tener amigos y ser seres vivos capaces de disfrutar todo lo creado, pues siendo así el mundo seria confuso e incierto.

    La máquina no tiene autocrítica para saber si la nueva es mejor o peor que la anterior. Ya que no puede sentir sus propias actualizaciones que crea el ser humano. La máquina no reemplazara la capacidad de integración del cerebro humano. El cual seguirá siendo el inspirador, el orientador y el que habrá de manejar y dirigir el mundo de las máquinas que es el mundo del "Hombre".

    Por lo tanto en el mundo en que habitamos las maquinas han sido y seguirán siendo necesarias para facilitar nuestra vida diaria. Y por eso si hablamos de creación hablamos de los seres vivos, y si hablamos de tecnología de destrucción. Finalmente las maquinas nunca van a poder imitar al hombre.

    MISHEL PÉREZ

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  7. -¿Existen ya o llegarán a producirse máquinas inteligentes?
    -¿Podrán los engendros mecánicos adquirir vida propia?
    -¿Adquirirán las máquinas la capacidad de mejorarse a sí mismas y, después de ganar la necesaria experiencia, modificar sin la intervención del hombre, las técnicas de producción y sus propias estructuras con el fin de fabricar más y mejor?
    -¿Es un sueño o tiene alguna base real el que pueda pensarse en crear belleza, música, poesía, a través de mecanismos cibernéticos?
    -¿Está el hombre jugando con su destino al crear condiciones y aparatos que, según algunos temen, podrían arrancarse de sus manos, seguirse desarrollando por sí mismos, y eventualmente, enfrentarse a su creador?
    Y ya en tono más festivo alguien podría, para llevar el problema a sus límites, preguntar también
    -¿Podrá un androide enamorarse y disputar a su creador, un hombre de carne y hueso, el favor de una mujer?

    Aquí se manifiesta que ninguna creación mecánica producida por nuestra especie podrá resolver nunca nada que quede más allá de las capacidades cualitativas de ella; ninguna creación de la ciencia o de la técnica humana podrá realizar nada que no haya sido previsto o imaginado por el hombre

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  8. Aquí se manifiesta que ninguna creación mecánica producida por nuestra especie podrá resolver nunca nada que quede más allá de las capacidades cualitativas de ella; ninguna creación de la ciencia o de la técnica humana podrá realizar nada que no haya sido previsto o imaginado por el hombre
    Mr. Boulanger dice "La Cibernética es la ciencia que construye estas máquinas extraordinarias capaces de calcular a la velocidad del rayo; estas máquinas dotadas de reflejos condicionados y del poder de aprender; estas máquinas, en resumen, que se esfuerzan por imitar la vida".
    Y agrega: "Esta definición puede sorprender. Las máquinas, en efecto, ¿son algo más que autómatas? ¿Son más que entes cuyo comportamiento es esencialmente pasivo en contraste, precisamente, con los actos voluntarios que pueden realizar los seres vivos? Y la vida, ¿no es ella, por su propia esencia, inaccesible a la mecanización?"
    Y continúa con esta afirmación, a mi parecer, sin bases aceptables: "El concepto que existe una fundamental diferencia entre los poderes de acción de la materia viva y los de la materia inerte -concepto enraizado desde milenios en el alma humana- acaba de ser esquivado por la cibernética con una audacia reforzada por sus primeros éxitos. Toda la conducta de la materia viva es accesible a la máquina".
    En el asunto en debate, ¿qué debe entenderse por conducta? ¿Se trata de la conducta mecánica, biológica o fisiológica y es por eso que se habla de materia viva y no de seres vivos? Si ése fuera el alcance de la frase, yo no la encontraría tan objetable; pero habría que aclarar en seguida también qué se entiende por accesible. ¿Se puede entender, por ejemplo, que el lenguaje es accesible a la máquina porque una cinta de un determinado material y un aparato electrónico son capaces de reproducir una conversación o un discurso? En este caso la accesibilidad sería muy limitada, meramente de registro mecánico, sin ninguna de las consecuencias que la conciencia le confiere a los fenómenos de este tipo. El uso del lenguaje tiene una finalidad, bien clara: comunicarse, o sea, el envío de un mensaje que espera respuesta o una reacción en quien lo recibe. Naturalmente que nada de esto sucede en el caso de un dispositivo mecánico parlante.
    Las máquinas actúan sin que ello les interese o les convenga; en cierto modo podría decir que se afanan sin tener para qué, cosa que no sucede en los seres vivos, los cuales, aun cuando lo hagan inconscientemente, proceden tras una determinada finalidad que les interesa

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  9. La conducta de las máquinas automáticas señaladas está muy lejos de corresponder a lo que se llama "finalista".
    La fiera que sale a cobrar su presa para su alimento, podrá, en cualquier momento y en forma espontánea, tomar una decisión que le permita conseguir su objetivo; y aun detenerse y renunciar a él si las dificultades que se le presentan "le parecen" insalvables, o si sencillamente decide renunciar a la caza por otra razón imprevista; el cruce en su camino de una hembra atractiva, por ejemplo.
    Ahora, si en lugar de la piedra elijo como comparación -más favorable para el punto de vista del ejemplo- una fiera cazadora mecánica, se podría afirmar que este robot no actuaría como el animal vivo ante una contingencia que no hubiera sido prevista por su constructor.

    Las máquinas son capaces de actuar tras un determinado fin y cambiar para ello su conducta de acuerdo con las contingencias del medio, estos cambios estarán siempre condicionados y limitados a un específico pronóstico. No puede afirmarse, ni siquiera pensarse, en que tenemos algún fundamento para suponer que las máquinas podrán llegar a reaccionar, consciente, espontáneamente, por sí mismas, ante circunstancias no consideradas o de caracteres distintos a los programados. El creador de la máquina prevé los posibles azares o cambios del medio o del ambiente que su aparato podrá enfrentar; pero me parece indudable que éste será incapaz de tomar una decisión imprevista; será incapaz, por lo menos ateniéndome a lo que hoy se sabe y se puede pensar con fundamento, de modificar su conducta por propia iniciativa ante situaciones fortuitas; y mucho menos estará capacitado para enfrentar una contingencia o para modificarse o ayudarse con elementos externos tomados de la naturaleza o extraídos de ella, como es el caso de las herramientas, máquinas y los propios robots fabricados por el hombre.

    Seres vivos, máquinas vivas; y junto a estas ideas aparecen otras que se les asimilan o se les acercan sin necesidad de proponérnoslo y que encerramos en las palabras alma, conciencia, propósito, espíritu y aun muerte... Todas ellas de uso complejo y, además, inadecuadas para expresar un pensamiento científico.
    Los vocablos usados para tratar de expresar estas ideas, para tratar de encerrar en ellos estos conceptos en gran manera abstractos, han ido adquiriendo distintos significados a lo largo del tiempo según las etapas de la cultura y del conocimiento humanos, según el desarrollo de la ciencia, de la filosofía, y de otros campos del saber.

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